Todo efecto mágico consta de tres partes o actos.
La primera parte, es la presentación: el mago muestra algo ordinario, una baraja de cartas, un pájaro o una persona. El mago lo exhibe, los puede invitar a que lo examinen, para que vean que no hay nada raro. Todo es normal. Pero claro, probablemente no sea así.
El segundo acto es la actuación: el mago, con eso que era ordinario, consigue hacer algo extraordinario. Entonces intentaras descubrir el truco, pero no lo conseguirás, por que en el fondo, no quieres saber cuál es. Lo que quieres es que te engañen. Pero todavía no aplaudas. Que hagan desaparecer algo no es suficiente, tienen que hacerlo reaparecer.
Por eso, todo efecto mágico consta de un tercer acto, la parte más complicada de este acto, es el prestigio.
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